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27 noviembre 2012

Dra. Di, e-consultora sentimental

Alguien me habla de la página "he texted.com". Escenario: eres una chica en los inicios de relación con un tipo con el que, siendo hoy en día, te comunicas gran parte del tiempo vía text (sms) o whatsup. Debido a la longitud de los mismos (nunca han sido mi medio, para muestra casi tres años de divlog), tras algunos ambiguos a la peña le quedan dudas. Y recurren al equivalente del coro griego, del jurado popular, de los supertacañones para que den su veredicto: este tipo está por ti, o no. 

Dra Di, en su e-consultorio. Don't be a drag, just be a queen...
Yo este rol de Dra. Francis improvisada ya lo he tomado con alguna amiga o compa de trabajo. Aunque a ratos envidio ese estado feromónico desatado, esa incertidumbre, esa sensación de vértigo, me doy cuenta de que, o estoy desfasada o yo lo  he tenido muy fácil. 

Por ejemplo, hace años, una de mis amigas se enamoró perdidamente de un centroeuropeo, hasta el punto de que se fue a vivir a su ciudad (un frío, amigas...). Nadie le había prometido la luna, no eran pareja, nada. Pero ella lo intentaba. Mucho. Y pasando frío. Yo, que suelo estar por poner toda la carne en el asador cuando quieres algo, aquí hago una excepción: no hay que ser pesado. El hombre decía que no estaba seguro, que no sabía... ya contra la pared, abiertamente recurría al "no te quiero" (entre bufandas). Pero ella, en interminables sesiones de terapia con Dra Di, aseguraba: "dice que no me quiere, pero veo en sus ojos que sí". Francis no daba crédito, revolviéndose en su diván. Vamos a ver, el tipo te está diciendo que NO-TE-QUIERE. Déjalo. Si te quiere, volverá.  Si es que al pobre ni le podemos acusar de esconderse tras la bufanda: va de frente. No hay nada peor que un brasas. A ella, plin. Acabararon de pareja.  Y acabaron mal. Claro que ella era de las que decían "quiero un hombre que me saque a cenar y bla bla". Vamos a ver: saque a cenar???? Exactamente: Dra. Di no ganaba para disgustos. 

Son las que están esperando a que "las saquen" a cenar (y por supuesto, que el tipo pague en lugar de compartir la cuenta) las mismas que estan enviando los txt a la web, ansiosas, inseguras, desesperadas por tener una cita? Son estas mismas las que luego, al segundo crío, deciden que "los niños deben estar con su madre" y se retiran al hogar a petardear y hacer cupcakes? No lo sé:  necesito un estudio longitudinal.

Mini tiene cuatro años, y aunque tengo algo más claro con qué valores ha de crecer una hija para no esperar que nadie "las saque" a cenar y "las retire" a hacer cupcakes, no tengo tan claro qué valores hacen que una persona (aquí ya vale hija o hijo) no se arrastre detrás de otra. Humillarse no es bueno en las relaciones sentimentales (a algunos les funciona en el sexo, que se lo digan a la papanatas de Grey, que se ríe de todas con los millones que ha hecho con su novelita). En mi experiencia, chicas, esto es la guerra, y el ir de ovejita degollada no funciona. Sé simpática, sé ocurrente, sé encantadora (eso si puedes, las brujas lo tenemos más fácil), sé tú,  pero deja ese teléfono si no te llama, y no envuelvas al coro griego. No te empeñes, no funciona. Cuando estén las cartas sobre la mesa, entonces sí, entonces son cañones o es mi corazón que palpita, pero, in the interim, no-ser-pesados.

El otro día mi shuffle me puso seguidas estas dos canciones, que responden precisamente a este dilema. Quieres ser como la chica de Blondie en "the tide is high", esperando a que sea tu turno en la lista de un gañán?

Every girl wants you to be her man
But I'll wait my dear 'til it's my turn
I'm not the kind of girl who gives up just like that Oh, no


O quieres ser la "Chica Sabina" en la que vino después (una de sus canciones que más me gustan  "19 días y 500 noches"). Se la canta a aquella que

"siempre tuvo la frente muy alta,
la lengua muy larga
y la falda muy corta".

Frente muy alta, buen curro, buena gente y... Queen of Fucking Everything. Si no, te devolvemos el dinero.

22 noviembre 2012

En lo que Dickens se equivoca (Oliver Twist II)


Como divagábamos ayer, Oliver Twist es un libro maravillosamente escrito, que se encuadra en aquello de la "novela social". Pero yo empecé y terminé el divague medio increpando, nada menos que al Fantasma de las Novelasvictorianas Pasadas (digo, a Dickens), que en algo se había equivocado.

Charles Dickens era el segundo hijo de un padre que acabó teniendo tantas deudas como para dar con sus huesos en la cárcel. A los doce años, tuvo que dejar el colegio para trabajar doce horas al día en una fábrica de betún para zapatos, cerca de la estación de Charing Cross. Las dantescas condiciones de trabajo (demos libertad a la imaginación, las actuales sweatshops un lujo asiático), dejaron una huella clara en la memoria del joven Charles (hoy los sicólogos hablarían de "trauma temprano", probablemente). Y si tienes el don de la escritura, qué mejor manera de exorcizar esos fantasmas que contándolo al mundo. Por tu propia catarsis, pero también para llamar la atención sobre un tema que quieres deje de pasar. En sus notas autobiográficas, Dickens describe las condiciones infames del lugar, infestado de ratas. De uno de los chicos que trabajaba allí tomó el apellido para llamar al judío Fagin.

Dickens describe el nacimiento de Oliver y la muerte de su madre, y de cómo Oliver comienza su vida en una Baby Farm. Este término describe a los que acogían un bebé (podía incluir ser ama de cría) o un niño a cambio de pago, y se inició en el final de la época victoriana. La gente que hacía esto podía recibir cantidades de una manera regular, o bien una cantidad mayor al coger al niño. El verbo “acoger” no hacía justicia, porque eran lugares todo menos “acogedores”. Los abusos e infanticidios abundaron, particularmente en el segundo caso, que era un “coge el dinero y corre”. El paseo de "Ghosts of the Old City" explican en unas cuantas esquinas, que “aquel fue el lugar de ejecución de tal mujer, que había acabado con tantos niños”. El concepto de "Baby Farmer" tiene, por supuesto, una pésima reputación aún en este país, aunque también incluyera la adopción y el fostering (actual acogida), antes de que nacieran las leyes a estos efectos, instigadas por las críticas desde el British Medical Journal.
 
Así que en un ambiente como el anterior crece Oliver Twist hasta los nueve años, en el que se lo llevan a una workhouse (un asilo para pobres), donde le hacen trabajar cogiendo estopa pero donde solo aguanta seis meses. Los niños deciden que uno de ellos ha de ir a pedir más comida y le toca a Oliver. La osadía le sirve que casi le manden de chico de deshollinador (aquí Dickens aprovecha para criticar la práctica de usar niños pequeños, que podían escurrirse por las chimeneas, pero que pocas veces sobrevivían a la salvajada) y “tiene la suerte” de acabar con un enterrador. Mejor no continúo con los horrores que le esperan a Oliver cuando llega a Londinium y cae entre los colmillos de Fagin, el judío, del que tenemos una descripción perfecta en el anterior divague, y todos sus secuaces, descritos magistralmente por Dickens. Fagin representa el antisemitismo que existía en Inglaterra desde la Edad Media, Sikes la personalidad sicopática, Nancy, la mujer perdida que aún tiene algún vestigio maternal... una panda memorable, digna de ser modelo de un huérfano.

Sin embargo, Oliver, un niño que ha vivido esa miseria física y personal, es durante toda la novela, una criatura ejemplar. Ya desde el capítulo 12 se nos da una pista: Oliver se parece mucho a una dama fallecida de un cuadro, y la búsqueda de su verdadera identidad es una pequeña parte de la trama. Y es que, efectivamente, Oliver era de buena familia y , pese a ser abandonado, abusado, no querido, matado a hambre, maltratado... pese a todo, Oliver es un alma cándida que nunca se rebela, y que de verdad no sabe que la banda de Fagin es de malhechores hasta que está bien metido en ello.

No, Señor Dickens: lo hemos divagado mil veces, el eterno debate nature-nurture (biología versus aprendizaje/entorno). Si un niño viene "genéticamente perfecto" como su Oliver, sometido a falta de amor, abusos y hambre, morderá. Ya lo explicó Zubin en los 60, con su modelo de  "stress y vulnerabilidad". Es increíble que Oliver no esté cabreadísimo con el mundo: los niños maltratados, lo están. Y no solo eso: sorprendentemente, los maltratadores han sido, en un alto porcentaje, maltratados ellos mismos. Pero igualmente, un niño que viene con todas las predisposiciones genéticas en su contra, con amor, confianza y dedicación, tiene muchas posibilidades de no acabar en el arroyo al que parecía predestinado. De todo esto hablamos a partir de la película "Tenemos que hablar de Kevin""What I loved" y "La neurociencia transformara la ley"

Con ello quiero decir que tus genes, tu biología, interaccionan con tu entorno, no son dos compartimentos estancos, como parece indicar Dickens. Evidentemente, Dickens usa muchas técnicas para lograr sus objetivos: la primera y más básica tocar la emoción del lector. No olvidemos que la gran mayoría leía sus novelas por entregas, y a la masa no le gustan las múltiples gamas de grises, sino el blanco y el negro. Para vender el abuso de los malos, qué mejor que un niñito rubio de clase alta siendo comido por villanos empobrecidos o segregados por siglos. La reflexión no va más allá: el judío es un reptil porque todos los son, Nancy es vil pero protectora y maternal, como todas las mujeres, y, bueno, hare una concesión con la sicopatía de Sikes como “natural” porque el 1% de la población tiene esos rasgos. Pero las cosas son más complicadas, y los niños rubitos de las clases privilegiadas tambien pueden estar en ese 1%.

En eso se equivoca, a mi juicio, Sr. Dickens. Pero qué personajes nos habría dado usted con las neurociencias  y las ciencias sociales de ahora.

20 noviembre 2012

Sr. Dickens, ante usted hoy me descubro (Oliver Twist I)

Dickens es un monstruo, eso ya es sabido, pero con "Oliver Twist" en una cosa se equivoca.

No se equivoca, evidentemente, con Londinium. En concreto, el barrio de Southwark, en el South Bank (donde, para los Londiniumn-lovers está la Tate Modern, el Borough Market, el London Bridge, el Shard, el Tower Bridge...), no sería lo mismo sin él. Los turistas hasta pueden visitar en una callejuela paralela al río la Clink Prison, pero no queda nada de la Marshalsea Prison, donde estuvo encarcelado el padre del autor, por deudas. El Londinium dickensiano está muy presente en toda la ciudad: el viernes pasado, desde la planta 9 del edificio donde trabajo, la ciudad se veía envuelta en una niebla tan espesa como el cacareado puré de guisantes (mushypeas), y una compa dijo: “parece una novela de Dickens”. Yo más bien pensaba en “The road” de Cormac McCarthy… apocalipsis total, pero igual es mi estado de desesperacion ante el futuro-si no universal, al menos sí planetario. Total que leer a Dickens es darse un paseo por esta ciudad que nos trae locos a unos cuantos. 

Y enlanzado con el “ensuciar” loslibros con subrayados y anotaciones del otro día, mi "Oliver Twist" está lleno de unas “eles” encerradas en un círculo, que llaman la atención sobre que Londinium inunda el párrafo. Por ejemplo…



“(..) the heavy bell of St Paul’s tolled for the death of another day. Midnight had come upon the crowded city. The palace, the night-cellar, the jail, the madhouse; the chambers of birth and death, of health and sickness; the rigid face of the corpse and the calm sleep of the child,-midnight was upon them all”.


Nota: Esta foto, con fantasma y todo, la tomé el sábado en uno de esos paseos del "Londinium encantado", titulado "Fantasmas de la Ciudad Vieja".

Siguiendo en los márgenes, también están llenos de “des” dentro de un círculo. Las "des" corresponden a “descripción”, y (suspiro)… qué descripciones. Son para llorar de emoción, para besar, abrazar tu edición y, como sugerían divagantes el otro día, gritar eso de “cabrón! Por qué escribes tan bien/estás muerto/(añada su frustración personal)?”

Quien no haya leído la novela, ha visto en Navidad algún trozo de la versión cinematográfica de David Lean (1948), o tal vez la última de Polanski (2005), así que conoce la trama. Y si hay una imagen grabada a fuego en el imaginario colectivo, aparte de la del niño rubito con un poco de hollín en la cara pidiendo más comida con un cuenco vacío, es la de Fagin, al que no se corta Dickens es llamar durante la novela “The Jew” (el judío). Y aquí es donde las “des” en círculo se me desbocan, porque así lo describe Dicken (contengan la respiración) escurriéndose sigilosamente por las callejuelas húmedas y sórdidas de la ciudad:


As he glidded stealthly along, creeping beneath the shelter of the walls and doorways, the hideous old man seemed like some loathsome reptile, engendered in the slime and darkness through which he moved, crawling forth by night in search of some rich offal for a meal”.

The Jew sat watching in his old lair, with face so distorted and pale, and eyes so red and bloodshot, that he looked less like a man than like some hideous phantom, moist from the grave, and worried by an evil spirit (…) he bit his long black nails, he disclosed among his toothless gums a few such fangs as should have been a dog’s or rat’s”.



Un horrible fantasma, con la humedad de la tumba… Si no odias ya al Judío… no conoces el traductor de google. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero reto a un director de cine a fotografiar algo más espeluznante que el ser que tenemos ahora todos en nuestra cabeza, tras leer estos párrafos.

Dickens describe como los ángeles y sí, "Oliver Twist" es uno de los ejemplos tempranos de la novela social, que mezcla realismo con sentido del humor, que intenta llamar la atención sobre un drama que estaba en las calles. Un autor “comprometido”, además de con el lenguaje -que ha de ser su preocupación mayor-, con la sociedad.

Dickens, ante usted hoy me descubro. Pero, Señor Dickens, para mí, en algo se equivoca.

Y lo intentaré explicar mañana.

19 noviembre 2012

Hola, me llamo...

El otro día llego a mi lugar de trabajo como de costumbre. Como es normal en esta época, la niebla lo envuelve todo. Bajo del coche, de mi rato de tratamiento. Casi todas las mañanas hablo con una amiga y hacemos terapia. En el parking veo a un tío haciéndome señas desde un coche. Me espero a que salga. Se me acerca y me dice:

- Hola. ¿eres Diva?

Una mezcla de mierda me han pillado y asombro me invade y acierto a decir que sí.

- Soy JL Ríos. Te ví el otro día y pensé que serías tu y tal...

Lo de JL estaba cantado. Sabíamos quiénes éramos y sólo hacía falta dar un paso. Intercambiamos unas palabras. Yo de entrada soy muy cortada. Además, todo mi disfraz de Diva se había caído al suelo y estaba "en pelotas". Aún suponiendo que sospechara que él fuese él, yo no le habría abordado. Quizá un sábado por la noche con dos gintónics... De hecho he visto en alguna ocasión a Jesús Miramón y tampoco me he lanzado. Así que quizá no estuve muy expresiva. Lo siento JL. En mi descargo diré que eran las 9:30 de la mañana de un viernes y a esas horas no soy tan persona. 

Para el que no lo conozoca, JL Ríos es una persona capaz de convertir lo cotidiano en algo extraordinario usando su cámara fotográfica. A mi me ha dado una gran leccción: "Beauty is all around". No importa donde estés, no necesitas grandes escenarios, siempre hay algo que vale la pena y que puedes descubrir con tu cámara. De eso se trata ser fotógrafo. Lo fácil es lo obvio. Lo difícil es hacer obvio lo que no lo es.

Veinte años cruzándonos por la carretera, coincidiendo en tantos lugares y nos conocemos gracias al blog. Permíteme que te tome prestada una de tus fotos.



16 noviembre 2012

Has besado alguna vez un libro?

El "Club de lectura 2.0" ha escrito sobre 84 Charing Cross Road, de Helen Hanff. Leí esta novela epistolar hace unos anios, cuando ya sabía que en el número 84 de Charing Cross Road (Londinium lovers, "la calle de las librerías") tristemente no estaba ya la bookshop de segunda mano que enviaba libros a Helen, la autora, en los EEUU, durante muchos anios. 

El otro día hablamos, en los subdivagues del Londinium subterráneo, de librerías. Xisca nos habló de "la librería más grande de Europa", que ya hemos establecido es Waterstone's de Picadilly, mientras nos ponía en la pista de una de esas iglesias atmosféricas "llenas de musgo, como sacada de una peli de Hammer", decía ella, lo que abrió la veda de búsqueda obsesiva del lugar en cuestión. Gracias a la ayuda de los divagantes -y que la que firma salió con su mochila y una linterna a las calles tras ese divague y acaba de volver-, llegamos a la conclusión de que era St. Gabriel's church, en Pimlico (ven foto).

Pero divago. Quería, inspirada por estos blogueros lectores, dejar un par de ideas con respecto al libro de Hanff. Una de las cosas que más me gusta es su ambientación: estamos en el Reino Unido deprimido tras la guerra, con cartillas de racionamiento, y restricciones. El momento histórico se plasma perfectamente en esta correspondencia que comienza como un affaire comercial, y acaba llena de emociones, unidas por el amor a la literatura. De particular importancia para mí en este momento histórico es la creación de la Seguridad Social (NHS, National Health Service) en 1948. La esposa de Frank (Nora) ha estado en el hospital y él le escribe a Helen:

"I must apologize for having taken so long to answer your last letter but we have had a rather hectic time. Nora has been in hospital for the past several months and I have had my hands full at home. She is almost fully recovered and will be coming home in a week or so. It has been a trying time for us but thanks to our NHS it hasn’t cost us a penny!!"

Cualquiera que además de leer, sienta ese algo inexplicable por los libros, esa especie de veneración que les adjudica un estado más allá que el de meros objetos, y los envuelve de un aura mágica, vibrará con esta correspondencia. A los que se enamoraron por carta, les tocará doble. 

Toda esa magia de "libro vivido" la viven los protagonistas: página que leyó el antiguo duenio con más frecuencia, " I do love secondhand books that open to the page some previous owner read oftenest",  "…it keeps falling open at the most delightful places as the ghost of its former owner point me to things I’ve never read before", y el libro que es nuestro y al que hacemos nuestro, subrayando, anotando, dedicando...

"I wish you hadn't been so over-courteous about putting the inscription on a card instead of the flyleaf. It's the book-seller coming out in you all, you were afraid you'd decrease its value. You would have increased it for the present owner. (And possibly for the future owner.) I love inscriptions on flyleaves and notes in margins, I like the comradely sense of turning pages someone else turned, and reading passages some one long gone has called my attention to.)"

A mí también me encantan las dedicatorias (tengo una del mismo Langdon-Davies, pero yo aún no había nacido ;)), aunque sí compro libros que no he leído!!! ("It is against my principles to buy a book I haven't read, it's like buying a dress you haven't tried on".)

Como Helen, espero poder tener mis libros hasta el día que me muera, y  los dejaré para que alguien, detrás de mí, sienta lo mismo, disfrute igual, y viva tanto como yo lo he hecho.

"I’ll have mine (books) till the day I die- and die happy in the knowledge that I’m leaving it behind for someone else to love. I shall sprinkle pale pencil marks through it pointing out the best passages to some book-lover yet unborn".

Les dejaré mis subrayados, que será mi fantasma... les indicarán los párrafos que ha de leer en alto...

" You have to read Donne aloud, it’s like a Bach fugue". 


08 noviembre 2012

Londinum subterráneo. Fugacidad de la vida.

Como ya sabe el divagante habitual, mi hermanita Fash y su Joven Artista Local se han mudado a uno de los corazones de Londinium. El otro día me dice: "Me encanta esa imagen de la calle llena de gente y de repente, el tren que pasa por encima".

Enseguida sintonizo con lo que dice porque, lo que diferencia ahora para mí una ciudad enorme de una vetusta cualquiera son los trenes-esos animales mitológicos-por la ciudad. Y no me refiero al metro, al subte, sino a esos trenes que suelen ir en alto (para interrumpir el tráfico lo menos posible), y que siempre asocio a la imagen de Tokio, por ejemplo.

Claro que en Tokio los trenes los imagino sicodélicos; algunos, me cuenta Fashion, colgados del techo, como en un parque temático. Y no siempre modernos, pero en todo caso,  no tan pleistocénicos como los trenes que recorren Londinium (overground, que se llaman). O por lo menos, su infraestructura,  lo cual tiene un encanto que es lo que venía a divagar hoy.

Anteayer colgué unas fotos enigmáticas que tomé el sabado... bien podía ser un cementerio, o una cueva del terror, una bodega o una cripta (como bien se han aventurado algunos regulars). Pero no: son los arcos bajo las vías del tren en Waterloo, la estación de tren cercana al río que los turistas conocen porque sale a la noria (Londinium Eye) y los cinéfilos porque por ella persiguen a Jason Bourne, el del ultimátum.



Pero bajo los bastidores de Waterloo hay un mundo mucho más interesante si cabe. Una gran red de catacumbas recorre el subsuelo, preciosas salas enormes abovedadas, bajo arcos de ladrillo rojo, comunicadas de una manera no necesariamente lógica. Al entrar, te envuelve un olor a humedad, vino de bodega antigua, flores secas de panteón abandonado. Es un espacio mágico. Si uno ama a Dickens, la imaginación se desboca.

En 2009, parte de este sub-mundo fue redescubierto y reabierto por Kevin Spacey, como parte experimental de su teatro, el Old Vic. Ahora, los Old Vic Tunnels (que así se llama), es un espacio para exposiciones, instalaciones, performances, fiestas privadas, raves... y lo que surja.

El sábado, por ejemplo, se transformó en un Páztcuaro provisional. Alguna vez he hablado de la maravillosa ciudad mexicana donde se celebra el Día de los Muertos con más color y más tequila de todo México (y donde los Pedalistas tuvieron, hace años, una aventura espeluznante con Tonino-y eso que no era Noviembre). Nada más entrar en los túneles, perfectamente tenebrosos y solo iluminados estratégicamente para impresionar más, encontrabas la exposición fotográfica de la maravillosa Graciela Iturbide ("Fiesta y muerte"), de la que divagaré otro día. Las siguientes salas, con sus recovecos, alacenas y zaguanes, estaban dedicadas a distintos autores o conceptos que hacían homenaje a esta fiesta salvaje e inquietante. Para los niños, había cuentacuentos, manualidades de pintar muertitos o hacer calaveras con azúcar, pintura de caras a lá esqueletos coloristas y demás rollo día-familiar. 


El altar de la frase-misteriosa de ayer era homenaje a Samuel Johnson que, aquejado de un tumor y gota,  escribió, entre tremendos dolores cinco meses antes de su propia muerte,  sobre la de su amigo Allan Ramsay:

“Poor Ramsay! On which soever side I turn, mortality presents its formidable frown… That we must all die, we always knew; I wish I had sooner remembered it. Do not think me intrusive or importunate, if I now call, dear Sir, on you to remember it.”




Sigo perdiéndome en los túneles y "yo quiero ser llorando el hortelano/ de la tierra que ocupas y estercolas,/ compañero del alma, tan temprano". Avanzo, está tan oscuro, mis pupilas no se pueden abrir más y, -cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando-, y entonces, intrusiones de otro paseo hace un montón de años, esta vez bajo el alambricado sistema bajo otra gran estación, London Bridge.  Los turistas lo conocen por el "Londonium Dungeon" donde encontraron, sorpresa sorpresa, huesos humanos. Booo. Las catacumbas allí son de 1820, e inicialmente se usaban como almacenes de material que venía en barcos por el río. Parece que veo a la Nancy de Oliver Twist quedando con Rose sobre ese puente. 

En las catacumbas de Londinium Bridge, hace siglos,  no estuve de día familiar. El lugar del crimen se llamaba The Shunt y era un night club donde beber y bailar the night away.

Cómo se pasa la vida, tan callando... 


06 noviembre 2012

Día de los muertos, en los túneles

"Que todos tenemos que morir, lo sabemos; 
Pero ojalá lo hubiera tenido en cuenta antes"

Quién dijo esta frase? Dónde hice estas fotos? Suspense...















04 noviembre 2012

"Espero nunca envejecer tanto como para hacerme creyente"

A veces me pasa que cuelgo divagues y luego no tengo un minuto frente al teclado para contestar, replicar, anotar, puntualizar. Y lo que sufro: es de lo que más me gusta del blog, el juego dialéctico. Esta vez me ha pasado así: desde que sonó el pistoletazo del finde me he dedicado a acumular historias, imágenes, secuencias, para contar aquí unos días después, pero sin tiempo para divagar. Así que, como ya hice otras veces, hoy en lugar de seguir el diálogo en los comentarios del divague del viernes “Ateos del mundo: Uníos”, lo voy a hacer aquí.

 Lo primero quiero decir que, paradójicamente, sobre este tema no hay nada que dialogar. Sobre el tema de la religión, me refiero. Cuando se trata de la fe, siempre lo he dicho, los ateos y los que creen estamos en dos rectas paralelas que, por definición, nunca se encontrarán. Porque usamos distintas herramientas: los ateos usamos la de siempre, una que los creyentes usan en la mayor parte de su vida diaria, la razón, también para esto. 

Por ir empezando a entrar en algunos puntos, NáN, sobre tu aversion a la palabra "ateo" te puedo dar parte de razón. No existen palabras para definir las miles de cosas absurdas en el mundo: no me defino como a-psiconalista, a-homeópata, a-ratoncitoperez, a-astróloga, a-teteracelestial. Por qué que entonces darle tanta importancia con la palabra a-teo, si Dios es un concepto al mismo nivel que Blancanieves? (para los no-creyentes, evidentemente). Tal vez deberían haber acuñado otro concepto en su día, pero ahora que existe "ateísmo", con sus connotaciones históricas, lo abrazo, y me subo a su carro. Igual que me subo al de feminista (otra palabra tabú). Me encanta cómo a la gente le dan miedo ciertas palabras, y estas son dos de ellas, por algo será. Creo que las palabras tienen mucho poder, y hay que aprovecharlo. 

LUNDINEX, Dawkins explica (lo digo yo también en mi texto) el porqué se va a dedicar en su exposición a atacar a toda la religión versus solo el creacionismo. Cada vez más gente ve en los moderados religiosos tanto problema como en los fanáticos. El problema de los moderados es que son igualmente irracionales pero, como no parecen tan chinados (e.g. se meten en una pirula por unas viñetas, creen que tienen vírgenes esperándolos en el paraíso, etc) son tolerados. No solo tolerados, sino como decía en los anteriores divagues, respetados porque son la mayor fuerza votante en el país hasta ahora más poderoso del planeta. Esta gente, que piensa que un señor a su imagen y semejanza creó el mundo en 6 días y al séptimo descansó, y que si viven como unas escrituras antiguas dicen que tienen que vivir (ni siquiera como les dicta su sentido común) tendrán acceso al paraíso (solo ellos) tiene poder sobre quien gobierna los USA, y por extensión, nos salpica a los demás. Los fanáticos está claro que no pueden argumentar, pero los moderados simplemente se dedican a describir las grandes consecuencias de sus creencias (porque tampoco pueden argumentar): les da sentido a su vida, les consuela en los desastres, o les impulsa a hace buenas acciones (que no las harían igual porque se las dictase su sentido de la justicia?) 

 C.S., entiendo tu cabreo con Dawkins, particularmente el apartado en el que sugiere que la gente religiosa no son precisamente los más avanzados de la clase. Todo también depende, claro, de cómo definas inteligencia, o más concretamente “las inteligencias”. Pero para mí sigue siendo un misterio, cómo gente que razona en unos aspectos se permiten completamente “desconectar” en este otro, negar lo obvio y sostener auténticas incoherencias (tengo alguna hipótesis pero totalmente aventureras, nada serio). Dentro de los creyentes hay algunos “outliers”, en el que te veo a ti. Y me gusta que te identifiques con el que saca a los comerciantes del templo a gorrazos, lo puedo hacer yo, pero tu interpretación anticapitalista ha sido descrita por historiadores y por ejemplo por el mismo Harris que afirma que era simplemente un signo más de su pertenecencia a movimientos militar-mesiánicos que poco tenían de pacíficos, aunque se le haya querido vender como el "Príncipe de la Paz".  Pero dejando esto a un lado y volviendo a la figura de Jesucristo, sí, vale, hay cosas que sí, pero sigues leyendo y... ya no. No cuela, se cae el castillo de naipes.

Y sobre lo que dices de la mujer-mula en Bolivia, te equivocas. Dawkins no dice que esa mujer está siendo una mula por sus genes. Está claro que el haber nacido pobre en los altos bolivianos es la causa de su situación. Perfecto:  a mí también me gustan estos casos, en los que casi al 100% el origen del problema es social. Y querría creer que TODO es social siempre, pero no lo es. La vida es tan injusta que no lo es solo por dónde y cuándo nacemos, sino también por los genes con los que venimos. Esto lo hemos hablado en divagues pasado como estos
  



  Así que le doy a Dawkins lo que es de Dawkins y a los antropólogo sociales lo que es suyo. Aunque es más rojo sostener que todo es social, la evidencia me ha demostrado que no. Lo que sí es rojo es luchar porque todo el mundo, venga de donde venga, tenga la misma posibilidades, e incluso que los que vienen peor “de serie”, tengan más facilidades. Curiosamente esto no lo impulsa la masa votante estadounidense tan religiosa.

Anotar que me cae mal Savater (pero ya habéis aclarado que era Sádaba) y que Bertrand Russel se lo leía yo a los Testigos de Jehová que venían a mi casa cuando era adolescente y les daba conversación (en esa época juvenil en la que yo aún creía que se podía hablar de religión como de otros temas).

XISCA, pero cómo no te subiste al carro de la excomunión?? Te puedes imaginar la ilusión que me haría tener esa pluma en mi sombrero!!! Excomulgada! Genial. El Peda tiene un conocido que llevó nosequé papel a la Universidad de Navarra (Opus Dei) donde cursaba medicina para que no le obligaran a hacer teología. Creemos que era una apostasía, pero no estamos seguros. Otra palabra molona: apostasía (herejía, excomunión). 

Pese a lo q dice CS, estoy contigo que el declararse atea esta aún mal visto en general (más del 50% de los americanos ven como “muy negativo” que alguien no crea en Dios). Sin embargo, las sociedades más avanzadas (con mayores indicadores de salud, de educación, igualdad de género, menor mortalidad infantil, etc) son las menos religiosas (en contraste con los EEUU, y sus bajos indicadores de salud y educación). Por último, consideremos la ratio de salario entre los ejecutivos de una empresa y sus empleados: en UK es 24 a 1; Francia 15 a 1; Suecia 13 a 1; y los EEUU, 475 a 1. Pero rezan mucho.

En conclusión, mis anteriores divagues sobre la religión no aspiraban a convertir a ningún religioso, ni a comenzar una conversación sobre si religión sí o religión no. Estos divagues apelaban al tipo que no se acaba de creer este tinglado pero que, total, para qué montar lío: vamos a casarnos por la iglesia, y a bautizar a los niños y a seguir alimentando esta máquina desde nuestro sofá inmovilista. O a los que creen que total, “no hace daño a nadie”, “da ilusión a la gente”, vamos, los San Manueles Buenos Mártires del SXXI.  Porque como dice CS, no basta con creer algo, con pensarlo, además hay que actuar. Y actuar denunciando algo que encuentras irracional y nocivo (porque así son TODAS las religiones, nocivas) es el primer paso para que cada vez más gente tenga la valentía de retar una de las mayores lacras de la humanidad. Odios religiosos, guerras de religión, frenos al avance de la ciencia, frenos a las libertades.. todo esto hace al ateísmo una necesidad intelectual y ética.

02 noviembre 2012

Ateos del mundo: Uníos!



Richard Dawkins es un biólogo británico que fue catedrático de “Divulgación científica” en Oxford. Uno de sus clásicos es el “El gen egoísta” (1976) y más recientemente “La idea delirante de Dios” (2006) (mi traducción, no sé cómo se ha traducido al castellano "The God Delusion"), en el que prácticamente niega la existencia de Dios.

Como dije en el divague de ayer, una conversación sobre lo que dicen o callan los políticos de sus creencias religiosas me llevó a revisar la conferencia de TED que incluyo debajo. Esto es un resumen para los divagantes que no entiendan inglés. Ahí va, se titula, muy metafóricamente…




EL LLAMAMIENTO DE UN ATEO A TOMAR LAS ARMAS”

Darwin, fobia de los creacionistas
El teorema central de la biología -la teoría de la evolución de Darwin por selección natural-es universalmente aceptada en círculos científicos en todos los sitios. Pero en la población general (no científica) de EEUU esta aceptación no es tan clara y hace falta un lobby evolucionista para contrarrestar a los seguidores de una nueva versión del Creacionismo llamada “Diseño Inteligente”. Los creacionistas piensan que el evolucionismo es en principio hostil a la religión, y tienen razón. Si yo quisiera preservar la fe religiosa, estaría asustado de la ciencia de la evolución-o de cualquier ciencia, en realidad-: inspira y cautiva precisamente porque es atea. 


Esto no puede ser solo obra del azar
El problema más difícil para cualquier teoría de diseño biológico es explicar la enorme improbabilidad estadística de la vida. Es el argumento creacionista: los seres vivos con demasiado complejos como para haber sido creados por azar, luego tiene que haber un “diseñador”. Pero entonces el diseñador ha de ser por definición más complejo él mismo. 

La complejidad es el problema que cualquier teoría biológica ha de resolver, y se cae el edificio simplemente diciendo que “hubo un creador es más complejo”. La teoría de Darwin resuelve el problema de la complejidad precisamente con simplicidad: da una rampa de pasos graduales con pequeños incrementos.

Es el creacionismo el único problema? Abajo con Todas las religiones!
Teólogos con formación, incluido el Papa, aceptan la teoría de la evolución. Los del lobby evolucionista se molestan porque digo que soy ateo-porque esa palabra es incómoda. Pero lo que quiero explicar hoy es que mi manera de atacar el creacionismo es atacar la religión entera. Hay una gran tabú sobre hablar mal de la religión.

Y la religión es un problema: la ciencia funciona testando hipótesis que están formuladas de manera posible de des-probar. En religión, sin embargo, hay unas ideas llamadas sagradas o dogmas de las que no puedes decir nada malo. Se puede tener opiniones de casi todo pero opinar sobre cómo el universo empezó, no, eso es sagrado. 

La ciencia es corrosiva para la religión, pero la religión es también corrosiva para la ciencia. Enseña a la gente a quedarse satisfechos con lo trivial, lo supernatural, a aceptar la autoridad, la revelación, la fe, en lugar de insistir en buscar la evidencia. 

Los políticos yankis
En 1987, Mr Bush dijo que “los ateos no deberían ser considerados ciudadanos o patriotas. Esta es una nación, bajo Dios” (“In God we trust”, dice el billete de dólar). Nunca se retractó de esto y le ayudo en su elección, porque ambos, Demócratas y Republicanos, exhiben su religiosidad si quieren ser elegidos. Eso, a pesar de que Thomas Jefferson, padre de la patria dijera: “In cualquier país en cualquier época de la historia, los curas han sido hostiles a la libertad”. 

Todos somos ateos
En la práctica, qué es un ateo? Alguien que se siente con respecto a Yahvé como los cristianos se sienten con respecto a Thor, Baal o el vellocino de oro. Todos somos ateos con respecto a la mayoría de dioses en los que la humanidad ha creado. Sólo que algunos de nosotros vamos un Dios más allá. 

Ateos en los EEUU: cifras
Los cristianos son unos 160 millones, los judíos 2.8, musulmanes 1.1 y los que se describen como seculares son… 30 millones. Este voto no-religioso es 9 veces mayor que el judío, por ejemplo. Pero no importa.

Correlaciones entre inteligencia y tendencias religiosas
Un metanálisis de 43 estudios mostró en 39 de ellos que la inteligencia y la religiosidad son inversamente proporcionales. En 1998, Larson & Witham estudiaron la religiosidad de la créme de la créme de los científicos (elegidos para el National Academy of the Sciences) y de ellos, solo 7% admitían que creían en al existencia de Dios. 20% se describían agnósticos, y el resto ateos. Entre los biólogos, solo el 5.5% creía en Dios, y 7.5% de los físicos.

Honesto e inteligente?: No entres en política en los EEUU
Así que hemos llegado a una situación curiosa: un grotesco desajuste entre la Intelligentsia americana y su electorado. Lo que creen los científicos más prestigiosos del país es tan terrible que ningún candidato se lo puede permitir decir en público. Esto significa que los altos cargos del país más poderoso del mundo están vetados para la gente mejor cualificada para ostentarlos, a menos que estén preparados para mentir sobre ellos. Las oportunidades políticas en América están en contra de aquellos quesean simultáneamente honestos e inteligentes. 


No se puede refutar que existe Dios, así que el ateísmo es tan irracional como el teísmo
Es imposible probar una negativa (los divagantes históricos pueden referirse al divague aquel de Karl Popper de la prehistoria del divlog). Cómo no traer aquí de nuevo al genial Bertrand Russel con su hipotética tetera dando vueltas en una órbita alrededor de Marte. Estrictamente, tienes que ser agnóstico sobre la existencia de esta tetera orbitando por el espacio, porque no puedes refutar su existencia, pero eso no indica que la probabilidad de su existencia sea... elevada, no? La lista de cosas, entonces., sobre las que tenemos que ser agnósticos y no ateos es infinita. Blancanieves (una favorita del Peda), unicornios azules, el ratoncito Pérez y Santa… pero la responsabilidad está en el que cree en estas cosas en explicarnos porqué. La carga no está en el resto de nosotros en explicar porqué no.

Corolario
En conclusión, los ateos debemos coger el toro por los cuernos. Necesitamos una campaña de “salir del armario” de los ateos americanos, como la que organizaron los homosexuales hace años. La gente que se describa como atea matará el mito de que hay algo malo en estos seres que no estamos aquí para pervertir a nadie, pero tampoco para bajar la cabeza y tragar puré. Lo que creemos es que es condición sine-quanon que cada vez menos gente se coma el puré para crear un planeta más justo y más feliz (Este último par de líneas es mío, Mr Dawkins)