an

31 diciembre 2009

Ded Moroz




En Rusia y de acuerdo al calendario ortodoxo ruso, la "Navidad" (o nacimiento de Cristo) se celebra el 7 de enero y los festejos se prolongan hasta el día 19. El gran acontecimiento previo es el Año Nuevo. Ded Moroz o el "Abuelo del frío" es el encargado de traer regalos a los niños rusos la noche de fin de año. Tiene un origen pagano relativo al dios del invierno y no siempre fue tan bueno.

A diferencia de Santa Claus, Ded Moroz no baja por la chimenena, suele dar los regalos en persona o si no, los deja debajo del árbol navideño entrando en las casas cuando los niños duermen. Lleva una barba blanca que le llega hasta las rodillas y una casaca larga y roja (en la época soviética era azul) en lugar de un dos piezas. A mí personalmente me parece mucho más glamouroso, mucho más trabajado.

Tiene un bastón largo y mágico con el que puede convertir cualquier cosa en hielo, incluídos personas y animales. No hace "ho, ho, ho", y tampoco tiene renos. Le ayudan en la empresa tres caballos o una troika. Los caballos son de color blanco, rojo y negro y simbolizan los momentos de la jornada (día, atardecer y noche). Difiere también de Santa Claus (mucho mas vulgar a mi parecer), en que Ded Moroz no está casado, sin embargo tiene una nieta llamada Snegurochka o "Doncella de la nieve" (el cómo tiene una nieta sin estar casado corresponde a la magia ineherente al personaje, no queráis saber más pillines)

Os dejo con uno de los villancicos rusos más populares que se suelen cantar en la noche de fin de año. Trata de un árbol de navidad que nace en el bosque y vive mil peripecias hasta que una familia se lo lleva a su casa dónde será feliz. Para los que os guste cantar, apunto la letra también. Vale la pena intentarlo.

S novym godom!




V lesu rodilas yolochka,
V lesu ona rosla,
Zimoy I letom stroynaya,
Zelyonaya byla.
Metel’ ey pela pesenku
«Spi, yolochka, bai-bai!»
Moroz snezhkom ukutyval:
«Smotri, ne zamerzay!»
Trusishka zayka seren’kiy
Pod yolochkoy skakal
Poroyu volk, serdityi volk
Rys-tso-yu probegal
Chu! Sneg po lesu chastomu
Pod polozom skripit
Loshadka mokhno-nogaya
Toropitsa, bezhit
Vezet loshadka drovenki
A v drovnyah muzhichok
Srubil on nashu yolochku
 Pod samyi koreshok
I vot ona naryadnaya
Na prazdnik k nam prishla
I mnogo, mnogo radosti
Detishkam prinesla


30 diciembre 2009

I know what you did last summer



Es la hora de la siesta, estoy de vacaciones. En lugar de hacer las dos cosas más sabias a esta hora, a saber, bloggear o dormir la propia, me siento a zapear. Craso error.

Caigo en La Sexta, canal progre me cuentan, donde está el programa que copia título (ah, no, "rinde homenaje"- hoy en día es tan difícil saber lo que es una referencia culturetas o una copia)a cierta película de terror "Sé lo que hicisteis el verano pasado". ¿Se trata también, de un programa de terror? (en la sobremesa son frecuentes).

Volviendo al debate forma-fondo, menudo programa. Formalmente, las presentadoras, reporteras, pensadoras... son todas de rompe y rasga. Pero qué buenas están. Y qué bien se saben el guión. Los presentadores, sin embargo, tipos de lo más normal, tirando a feos. También cacarean un guión. Espontaneidad, la justa. Pero lo que me parece manido es que, yendo de progres, caigan en el estereotipo la-tía-buena y el feo-simpático.

En cuanto al fondo/contenido, no entro que me acaloro. Una excusa más para hablar de lo único en este país: el cotilleo. Le ponemos un poco de ironía (y soy generosa calificando a eso de irónico) y ya está.

Esto, en La Sexta. Como veis, he venido a bloggear. ¿Que no aporto nada nuevo? Lo sé, pero es que donde debería estar en en la siesta...

Los libros prohibidos


Como ya se ha comentado (o se comentará, quien sabe) en otra entrada de DD (DivagandoDivagando), los primeros devaneos de Di con Freud ocurrieron en 2º de BUP. Tenía por aquella época un amigo que acababa de empezar Filosofía y Letras y había oído campanas: Freud, Fassbinder, Trotsky. Di, ni corta ni perezosa se compró "Psicología de las masas", que editaba Alianza Editorial. Una amiga, que iba al instituto la puso sobre aviso: uno de los profesores había dicho que "había que estar muy preparado para leer a Freud". Por supuesto, las monjas nunca habían mencionado a Freud, y de alguna manera Di sabía que no era Kosher. Luego siguieron "Psicopatología de la vida cotidiana" y el libro de cabecera "Introducción al psicoanálisis" (qué dolor). Una vez se lo comentó a la monja del grupo de confirmación, y tras tragar saliva varias veces, le dijo que se iría a pensarlo. Una semana después, en un rincón con un cuadro de San Pompilio como único alidado, la Madre (sí, no eran sores ni hermanas, eran Madres) aconsejó "si es que tanto te gusta la psicología" un libro titulado "El hombre en busca de sentido".

Pero Di ya iba por mal camino. Gracias a su amigo el aprendiz de filósofo, había leído "El retrato del artista adolescente" y algunas de las dudas de Stephen Dedalus fueron comentadas seguro con el pobre Padre Bonifacio. "Está el Padre Bonifacio para confesar, el Padre Bonifacio", decía el altavoz enmedio de clase. Entonces, las que querían, levantaban la mano y se iban a la capilla, perdiéndose ciencias, matemáticas, hogar (con suerte)... lo que fuera, daba igual. Lo importante era confesar. Era el Padre Bonifacio un confesor de EGB, BUP se le quedaba grande. O por lo menos esa fue mi impresión en 2º, tras plantearle mis escarceos con Joyce.

Pero aún así, nada en comparación con aquel cura de La Regenta que, desbordado por la complejidad de Ana Ozores, se la "pasa" al Magistral, Fermín de Pas. No hubo Fermín de Pas en mi colegio (una pena), pero es que ni siquiera hubo La Regenta. Y sí, estudiábamos literatura, y claro que vimos Clarín, pero así como se leyeron muchos otros de los clásicos españoles, éste ni lo tocamos. Di lo entendió muchos años más tarde cuando, con precisamente la misma edad que Ana ozores, leyó La Regenta. ¡Pobres Madres! ¡Qué decisión tan terrible! ¿Privar a todas estas adolescentes de una de las mejores novelas españolas? ¿Dejarles atisbar un triángulo amoroso-sexual de lo más complejo? Ante la duda: seamos avestruces.

Uno de los muchos errores de juventud de Di fue hacer Ciencias cuando su corazón era claramente de Letras. En los descansos de las noches de Física de COU, Di leía los libros que los de letras tenían que leer. "Tiempo de silencio", "La familia de Pascual Duarte", y, muy especialmente "San Manuel Bueno, Mártir". Di tenía por entonces unos amigos que asistían a un colegio regentado por una secta ultraderechitas católica, en la que era dominio público que aquel libro había sido censurado.

Muy inteligentes, los ideólogos de esta secta: no hay como ponerle a un libro el adjetivo de "prohibido" para que cualquier alumno de COU se haga con él.

Los libros prohibidos, qué pena que ya no hay más.

Ayer y hoy




Ayer nos levantábamos a las 8:00 para estar en pistas a las 9:00 y aprovechar el forfait.

Hoy nos han levantado a las 8:00 (yo he aguantado hasta las 9:30) y hemos llegado a las pistas sobre las 12. No nos hemos sacado el forfait. Los polluelos sí.


Ayer no parábamos a comer hasta las 17:00 que cerraban pistas. Había que hacer la última bajada a ser posibles con los “cierra pistas”.

Hoy hemos comido antes de empezar y después de alquilar toooodo el material de los polluelos.



Ayer aprovechábamos alguna parada para echar un cigarrito.

Hoy aprovechábamos una parada para tomarnos un cacaolat caliente.


Ayer nos poníamos unos leotardos o el pantalón del pijama y encima unos vaqueros, un anorak y listos para deslizarnos.

Hoy los polluelos llevan ropa interior que guarda el calor y una especie de buzo de cuerpo entero, además de casco y tortuga. Hoy nos sobraba el anorak, íbamos sudando por el esfuerzo de vestir a los polluelos.


Ayer después de la jornada de esquí, nos tomábamos unos huevos fritos o un chocolate caliente y para casa con el bus.

Hoy hemos ido después de “su” jornada de esquí a comprar cosas para una cena nutritiva y equilibrada.


Ayer, cuando te caías te levantabas como si tuvieras un resorte y nunca te dolía, aunque tuvieras el hipotálamo magullado.

Hoy si te caes, te levantas como mínimo en tres tiempos: “Mierda, AY, y UY” y además te palpas para verificar que no te has roto nada.


Ayer ibas con un amiguete que te daba nociones básicas y el primer día te bajabas la verde, a trompicones pero la bajabas.

Hoy hemos contratado a Luis (monitor) que durante 2 horas les ha dado un curso acelerado a los polluelos sin salir de la pista de debutantes.


Ayer te relajabas en el telesilla y además tirabas la nieve de los esquís a los que pasaban por abajo.

Hoy nos hemos relajado cuando ha venido Luis.


Ayer los operarios de la estación eran cuatro mal contados, por lo general gente del valle, entrados en años y unos listillos. Te acercaban la silla y (alguno) te tocaba el culo.

Hoy son todo chavalitos-as uniformados y superguaysquetecagas, que te tratan de usted. Hay además un regimiento de mantenimiento, seguratas, pilotos de motonieves, cruz roja etc


Ayer te ponías nivea en la cara para que te diera bien el sol.

Hoy vamos rebozados con factor de protección 50.


Ayer no calentábamos antes de esquiar y nos reíamos al ver a la gente haciendo ejercicio previo al esquí.

Hoy más nos valdría haber calentado a pesar de no haber esquiado.


Ayer se llevaban las orejeras.

Hoy se llevan los ipod, cascos tuneados (muy chulos) y sudaderas tres tallas más grandes.


Ayer te daban un gancho y un papel adhesivo que era el forfait y cuando te lo ponías o estabas al loro o quedaba hecho un churro.

Hoy te dan una tarjeta, como una llave de hotel, que es el forfait y en cada remonte o telesilla te acercas a un pirulo y te detecta dejándote pasar. Es más difícil colarse.


Ayer los niños que no esquiaban se quedaban con los abuelos o los primos o quien fuera haciendo muñecos de nieve.

Hoy los niños que no quieren esquiar tienen ludoteca a pie de pistas.


Ayer llegabas a casa después de una energizante jornada de esquí, dormías un poco y ya estabas listo para ir de marcha y deseando que llegaran las 8:00 de la mañana.

Hoy llegas a casa muerto, sin haber esquiado y deseando que mañana haga ventisca, borrasca y tornados.


Ayer hace más de 20 años.


29 diciembre 2009

Reconciliación

Tras el ¡pim, pam, pum! navideño con mi hermana tocaba reconciliación, pero yo no iba a dar el primer paso (aunque lo deseaba). Que una tiene su orgullo, además de tener la razón en la discusión. ¿Cómo reconciliarse con una hermana entonces? ¿La llamo, no la llamo? Hay cosas que se solucionan solas.

Llamas a tu madre al móvil, lo coge tu hermana y empiezas a hablar con ella. Para cuando te das cuenta de que es tu hermana la conversación ha fluído como si no hubiera enfado alguno por su parte. ¿Cómo entonces vas a osar ponerte borde? Pues sigues como si nada y te despides con besitos y todo y un "disfrutad mucho cariño" que sale de su boca . Tema zanjado.

Así da gusto tener hermanas...

Yo de mayor quiero ser... Maléfica


Maléfica. La bruja más mala y más guapa de todos los cuentos de hadas. Otro día (no de madrugada, recién llegada de cena, como ahora) os cuento rollo psiconalítico de la Bella Durmiente, con Maléfica repartiendo truenos, estilo y transferencia freudiana de la buena.

PS: Lo podéis encontrar en "La Bella durmiente en el diván", aquí y acá.

28 diciembre 2009

Madame Mim ó MM

Ayer domingo tuve un día duro. Mi consuerte y yo fuimos a adecentar un apartamento a 150 km para pasar unos días allí con los polluelos y tocar nieve. Fue muy pesado: lavadoras, fregonas, baños, alfombras, basura, algún apaño eléctrico, cristales, sábanas, oseasé mucha actividad sexual. Acabé con dolor de cabeza y agotada. Para colmo, al llegar a casa de mis padres a regocer a los polluelos, me discutí con mi hermana en cuestión de 5 minutos (típico ¡pim, pam, pum! navideño). Después me sentía culpable. No puedo evitarlo, no debería, pero es que yo de culpa sé un montón. Tanto que a las 5 de la mañana me he despertado y me he puesto a repasar nuestra fallida conversación de ayer. Pero eso es otro divague.

Llegamos a casa y mientras consuerte duchaba a los polluelos, hice la cena (más actividad sexual) y los pollitos devoraron. Cuando, al final, mi consuerte y yo cenábamos puse la tele en busca del encefalograma plano relajante. De repente, sin aviso, me asaltó Mercedes Milá y su Gran Hermano. Pero, ¿esta tía no salía por TV otro día de la semana? ¿qué hace en domingo trabucando mi paz interior? No me gusta MM en absoluto, me parece falsa, exagerada, tendenciosa, manipuladora, pretenciosa y peliculera. Además se lo cree y lo peor es que seguro que lo cobra. Pero ayer me quedé tan absorta contemplándola que no dejé que mi consuerte cambiara de canal. Todo un derroche de momos, gesticulación exagerada, chilliditos, poses, piruetas, carcajaditas, subidas y bajadas de tono... Me hizo esbozar una sonrisa. Me recordó a Madame Mim (otra MM, qué casualidad) la bruja loca de la película "Merlín el encantador" de Disney.

Clavadita, vamos.



27 diciembre 2009

"El aragonés enfadado"


Dícese del habitante de las agrestes tierras mañas, cuyo carácter en muchos casos tiene tintes de perpetuo cabreo. Por ejemplo, ante una pregunta cuya respuesta desconoce, en lugar del relativamente fácil "No lo sé", espetará un "¿Lo sabes tú?". Agresión nivel 2.

Geopsicología, la ciencia que estudia la influencia del paisaje y el clima en tu manera de afrontar la vida. ¿No son los gallegos dulces? El sirimiri, el verde, la niebla. ¿Y no es parte de Aragón un desierto, duro, interminable? La suavidad de la muñeira versus la contundencia de la jota.

Y siguiendo a Baroja (que por algo era galeno), si "el carlismo se cura leyendo y el nacionalismo viajando", a los que les duelan los sintomas de su propia orografía, la receta está clara: !!Lean, viajen!!!

FORMA versus FONDO



Cuando hablo de literatura con mis amigos, la discusión sobre "el porqué leemos" es recidivante, repetitiva, ritual. Yo, cuando leo cosas relacionadas con mi trabajo/algún tema de mi interés, leo por información. Sin embargo, cuando leo literatura, es hedonismo puro: leo por el placer de la combinación de palabras que a mí nunca se me habría ocurrido, leo admirando la belleza, como lo hago con un cuadro o una fotografía. Cuando leo "el patio nevado de luna" (gracias, Landero), cinco palabras valen mucho más que una imagen, por una vez. Lo que imagino, todo lo que traigo a esa imagen de mi pasado, mi historia, los patios que he visto, las lunas y su plata, la nieve apenas iluminada a través de una ventana en la noche... Para mi eso es literatura. Muchos de estos libros tan bien escritos tal vez no te aporten ninguna información, salvo el regodeo de subrayar y asterisquear el margen. Es como la poesía, para mí la máxima expresión de la belleza formal ("Así, de esta dulcícima dolencia/ de no verte estoy viendo que me muero"). Es como música.

Que luego me cuente una historia que me apasione es ya orgiástico. Esa combinación es para mi una de las mejores cosas de la vida: en mi cama, de noche, tormenta, un libro de aquellos. En un tren, por la mañana, soleado, el libro. Para ya bordarlo, no importando el sol, la luna, la nieve, el viento, con el mar de fondo, mi libro. La felicidad. En poesía, no hace falta que sea "un arma cargada de futuro", pero aquellas que además te tocan ideológicamente son de éxtasis ("nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno", gracias Celaya).

Hay gente que lee sólo por la historia, le da igual cómo esté escrita. Yo leo por cómo está escrita, me da igual la historia.

Get on with it!

Hay cosas que pierden todo su atractivo cuando las intentamos hacer nuestras. Hay cosas que hay que digerirlas en versión original y sólo así captamos su verdadera esencia. Hay cosas que es mejor non tocallo nin meneallo. Ocurre con películas, libros y también con canciones.  Es el caso de esta simpática canción de Linda Ronstadt que alguien, supuestamente con buena intención, tradujo del español al inglés. (Si alguien no conoce el lenguaje de Shakespeare, no se pierde nada) Tu decides, versión original o traducida.








What will they say those in your house
When they see me drinking,
Will they think that it's on account of you
That I live my life drinking


Get on with it!


But if you could see
How pretty these binges are


Get on with it!


(Chorus)
But until whenever
Your parents stop protecting you
Get on with it.
Each time that I come to see you
I'm always slipping;
Is it that I have bad luck
Or is it that it's drizzling on me,


Get on with it!


But if you could see me
dry my chaco in my flowering fig tree grove


Get on with it!
(Chorus)
But if ever
I dry my chaco in my flowering fig tree grove,


Get on with it!


You say that I'm a fool,
Because i'm always getting drunk,
And in spite of your scorn,
I want to keep on drinking,


Get on with it!


But if you were to see
How pretty these binges are,


Get on with it!
(Chorus)
But how beautiful
Are the hours I spend emptying bottles,


Get on with it!

24 diciembre 2009

El pavo y los regalos

Mi padre es ganadero. Siempre lo ha sido y ha tenido la suerte de disfrutar con su trabajo y encima ganarse el pan. No siempre fue así. No siempre ocurre así.

Cada día iba como mínimo dos veces a su granja a “dar vuelta” a los animales, porque “hay que verlos”, “hay que estar” y porque le encantaba. Se encendía su faria y yo creo que era feliz. Los terneros engordaban, salían viajes para el matadero, las vacas parían: la vida continuaba.

La cosa se complicó un poco con toda la burocracia que surgió hace unos años y que pilló a mi padre ya un poco mayorcito: cartillas ganaderas, pac, dais, dibs, guías, autorizaciones, crotales, certificaciones de pienso, del veterinario, permisos, libros, hojas, tratamientos, anexos, vacunas, saneamientos etc.

A partir de ahí entré yo en acción. Me encargaba del tema burocrático y él del práctico. Éramos un buen equipo, con sus más y sus menos (que lidiar con mi padre nunca ha sido tarea fácil). El no entendía por qué un animal tenía un número y no le podías poner otro que te encontrabas por el suelo, o por qué había que informar a los burócratas que la vaca número xxxx había tenido un feliz alumbramiento en 10 días y te podían sancionar si no lo hacías o lo hacías tarde, o por qué a los animales de 12 meses se les daba un tratamiento y a los de 12 meses y un día otro, o porque había que hacer fosas para cadáveres y luego pagar para que los recogiera una empresa... Para él, esos detalles eran lo de menos y tenía, tiene razón.

De un tiempo aquí, el tabaco y la edad le han pasado factura y no puede hacer lo que hacía, aunque alguna faria todavía cae. Así que yo he tomado las riendas de la explotación ganadera (que bien suena). No es que tenga que echar ahí 8 horas al día ya que tenemos un “cuadrero”, llamado Tito, que maneja el cotarro, pero sí es cierto que me enfrento a nuevas decisiones que hasta ahora tomaba mi progenitor. Algunas simples, otras no tanto, ya iré informando…

Lo que sí he descubierto (y hasta aquí el divague anterior) es que ME GUSTA.

Me gusta llegar y ver a los animales paciendo tranquilos, algunos con sus terneritos. Me gusta darles de comer y ver cómo se acercan (al principio me temían). Me cae bien Tito y su humor. Me gusta ver a los terneros recién nacidos y a su madre desafiante al lado. Me gusta el rollo que me tiro, como que entiendo cuando un animal pequeño es más bueno “cárnicamente hablando” que otro (cuando ya ha crecido es más fácil, sólo hay que mirarles el culo), cuando en realidad lo distingo con dificultad. A veces llevo conmigo a un asesor que me cobra por almuerzos (pero ese es otro divague). Me gustan los perros que hacen tan bien su trabajo. Me gusta la paja y su olor. Me gusta “negociar” con hombres sencillos, de trato fácil y picardías todas (aunque creo que a veces me la meten). Me gusta ver a las cigüeñas, que las hay a cientos en el campo, la ermita que está cerca, los charcos cuando llegas, los campos de maíz, la acequia y … desde hace poco me gusta el pavo.




El "bisho", un pavo cristatus o pavo real apareció un día por la granja y Tito que es muy espabilao, lo cazó al vuelo y lo puso a vivir con las gallinas. Nadie lo reclamó. No me extraña.

Desde el principio tuvimos una relación escandalosa. Yo llegaba sigilosa y el pavo se ponía a gritar como un poseso. ¿Habéis oído chillar a un pavo real? Todo lo que tiene de bonito lo tiene de histérico. Un día harta de tanta escandalera le contesté en su idioma y no sé lo que le dije, pero el tío no me habló más. Desde ese "momento pavo" me cae mejor y ya no me delata cuando llego.

Anteayer sin ir más lejos, fui a la granja. Di una vuelta y vi los terneros. Después me fui al gallinero y allí estaba el pavo y su cohorte de gallinas. En cuanto abrí la puerta, el pavo se alejó de mí (me guarda rencor), mientras las gallinas se apelotonaban por salir.

Ir al gallinero me gusta. Me caen bien las gallinas. Piensan en mí. Siempre me dejan varios regalos.






Cronopios



Yo de mayor quiero ser Cronopio. Si estáis leyendo esta entrada y no habéis leído "Historias de Cronopios y de Famas" (de Julio Cortázar, el Gran Cronopio)... ¿QUÉ HACÉIS AQUÍ? Para muestra...

VIAJES
Cuando los famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad son las siguientes: Un fama va al hotel y averigua cautelosamente los precios, la calidad de las sábanas y el color de las alfombras. El segundo se traslada a la comisaría y labra un acta declarando los muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario del contenido de sus valijas. El tercer fama va al hospital y copia las listas de los médicos de guardia y sus especialidades.

Terminadas estas diligencias, los viajeros se reúnen en la plaza mayor de la ciudad, se comunican sus observaciones, y entran en el café a beber un aperitivo. Pero antes se toman de las manos y danzan en ronda. Esta danza recibe el nombre de "Alegría de los famas".

Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios.

Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas que hay que ir a verlas porque ellas ni se molestan.

23 diciembre 2009

Pedalistas


Los Pedalistas son esos entrañables aspirantes a cronopios que hicieron su primera aparición en un viaje a Nueva York, hace muchos años, en el que visitaron a su amigo José Antonio que hacía una tesis china, en un piso muy alto de una torre de la calle 42, y vivía en Queen´s, con tres chinas, claro.

Los Pedalistas tenían un mapa, y como buenos cronopios decían, "sí, sí, vayamos a Central Park, sólo hay 4 manzanas", y bailaban tregua y bailaban catala, y se ponían a caminar. Y a caminar, y a caminar. Y es que las manzanas de la Gran Manzana son como cruzarse Vetusta de lado a lado, pero ellos aún no lo sabían. Y al llegar a la estatua de Alice, uno de ellos elogió su valentía, y bailaron tregua y bailaron catala, y a partir de ahí fueron los Pedalistas.

Autoflagelación/Self-deprecation


Si hay algo que diferencia el humor inglés del español es precisamente la autoflagelación (o self-deprecation). El humor español, he observado (y aquí hablo de las típicas bromas de amigos, no de los humoristas, que ya son para echarlos a comer aparte), consiste en meterse con otro, y siempre ponerse uno a sí mismo como más listo/guapo/moderno/etc que el otro. No necesitáis ejemplos, supongo.

El humor inglés, sin embargo, parte de la premisa que uno ha de reírse de sí mismo, meterse con uno mismo, dejar bien claro que uno no se toma a sí mismo demasiado en serio. Un tío pomposo (earnest)hace el ridículo.

Si eres chica en el Reino Unido y otra elogia tu pelo liso, por ejemplo, tu has de seguir el siguiente ritual:
1. "Buf, qué va... es demasiado... plancha" (minimizas el elogio), y seguir:
2. "A mi me gustaría tenerlo con más volumen, como el tuyo" (devuelves el elogio)
Entonces la que ha sido ahora elogiada ha de minimizar etc etc... Si lo que elogian es ropa, tu has de minimizarlo explicando que "fue una ganga" o-lo que yo uso muchas veces, y lo triste es que es verdad "es uno de los que mi hermana iba a dar a Oxfam".

Tras muchos años en la isla, algo de esta técnica se ha pegado. Recientemente, tras dar alguna evidencia palpable de mi impostura/patosez/despiste vital, una amiga española sentenció (con siguiente palmadita en la espalda metafórica): "Vengaaa, esa autoestima".

En UK, en contra de lo que decía Wilde, lo importante es no ser "Earnest".

Porque yo lo valgo/Because I´m worth it



Suelo ir a cortarme el pelo en Vetusta. Que tengo algún punto masoquista, sí, y quién no. No haré publicidad del establecimiento que frecuento de Pascuas a Ramos, pero diré que es una cadena que existe incluso en Buenos Aires (disculpadme este momento Antoñita, pero es que aquello fue una tabla de salvación por la que nunca podré estar lo suficientemente agradecida).

Por alguna razón, los 6 meses de mi vida en los que fuí más fotografiada (y no precisamente por la prensa internacional) llevé el pelo hecho una mala broma. Se me ocurrió la genial idea de cortarme un flequillo euskaldún (entiéndase aquel flequillo TAN corto que te sale de occipucio) que daba miedo justo antes de empezar un viaje de 6 meses (yo en la pirámide de Chichen Iztchá). Y es que no crecía ni a la de tres (yo en las pirámides de Tikal), y para arreglarlo le pido que me corte por detrás al Pedalista Peluquero (yo en el canal de Panamá). Horrorosa, intento tener algo de paciencia (yo en Machu Picchu) y pasan los meses y en Arequipa entro en una pelu regentada por un travesti (yo en el lago Titicaca). El resultado es lamentable (yo en el desierto de Atacama), y pasan más meses (yo en el Perito Moreno) y por fín, en una de mis ciudades favoritas, Che, encuentro una peluquería de esta cadena de la que hablo, donde me cortan lo poco que queda, y logro volver a la península con un pelo que de lejos se aproxima a decente.

Pero divago. Estaba a mi pesar no en Caminito sino en Vestusta sub1, esperando pacientemente a "ser cortada". Ni aún intentando convencerme de que estoy allí en mi rol de reportera intrépida para la sección "antropología" de Divagandodivagando, logro hacer el trago menos doloroso. A babor, "ya puede pasar, Sra Suárez" (que se va sólo a hacer la manicura). Sobredosis de servilismo decimonónico. A estribor, "es que hay demasiado color", en tono quejica. ¿Demasiado color? ¿Hay alguna vez demasiado color en la vida de una? Me giro y es la Sra. Fufú apostillando a la Sra. Fufá, "es que una viene a hacerse el color unas semanas antes de Navidad, no la víspera de Nochebuena, que está esto a morir". "Y claro". No tienen ninguna consideración con gente como las Fufús, que se van peinar para su cena familiar, servida por Gracita.

Voy a dejar mi abrigo al cuarto ropero, y el pobre abrigo (ex-asesino) de paño (que tantas alegrías nos ha dado en otra entrada) tiene que pelearse con visones y demás pelajes para encontrar su sitio. Y no lo encuentra.

Dicen que todo sádico encuentra su masoquista. Aquí los sádicos debéis de ser vosotros.

Vetusta


Dícese de cualquier ciudad de provincias de la península, hemisferio norte a ser posible. Como la de Clarín, un lugar pequeño, claustrofóbico, sembrado de señoronas con abrigos de piel sin cortarse un pelo, chicas con botas de montar y barbours, bebés con sus lacitos, camisitas y canesús. Miedo.

Antoñitos Los Fantásticos



Es una de esas cosas que trae la Navidad: en algunas circunstancias, con determinada gente, los Pedalistas mutan (en contra de su voluntad, o sea, son transformados) en los personajes del título.

La primera vez que estos antipáticos caracteres hicieron acto de presencia fue hace ya unos años. Era el cumpleaños de un familiar, y nos personamos a felicitar y tomar la torta (sí, la tarta, pero en algunos lugares de Latinoamérica-una de las pasiones pedalísticas-es la torta). Visualicen la escena: alrededor de la mesa, un grupo de amigos que se ven todas las semanas, Vetusta. Con todas sus ventajas: se tienen al día, se dan sensación de pertenencia a un grupo, sirven para llenar cumples, bodas y Nocheviejas. Lo que en Vetusta se conoce como “la cuadrilla” y que me cuentan conlleva numerosos inconvenientes, a saber: exige compromiso, casi como un/a novio/a, sus miembros ya se lo han contado todo (por “todo” se entiende precisamente lo compartible, lo predecible, lo comatoso) y algo más de lo que no consigo acordarme.

Pero divago. En este foro aterrizan nuestros héroes y un montón de ojos, ávidos de información, caen sobre los incautos Pedalistas. Pero esto no lo ven ellos al principio: lo que parece una conversación ritual en su enésima versión se desenfoca progresivamente, y la nitidez del objetivo cae salvajemente sobre ambos Pedalistas. Y los ojos se tornan bocas que admiran, y ríen desaforadas cualquiera de sus paridas manidas, en este caso el colmo de la ocurrencia.

De repente, un momento de lucidez: lo que en psiquiatría se conoce como “despersonalización”, esa situación en la que una se ve a sí misma como desde fuera, como si de una actriz en un escenario se tratara. Parece ser que, como síntoma, es una sensación muy desagradable, aunque en este caso, lo es sólo moderadamente. No es una ciática, vamos, pero te ves interpretando un rol que no has elegido, siendo el centro de atención, y contando anécdotas a una audiencia que te encuentra Lo Más. Has involucionado a Antoñita La Fantástica. La vida te sonríe, ellos dicen “ohh, ahh” ante tus aventuras en la cresta de la ola, mientras ellos están en un blanco y negro no elegido (no ese sepia interesante, se entiende).

Aclaremos q los Pedalistas son dos seres de lo más mainstream (algún día escribiré sobre “Revolutionary Road”, el libro de Richard Yates, donde los personajes creen q son una pareja especial). Pero ya se sabe, en Vetusta, ante migas de la torta: 1. Los Pedalistas son nuevos, y 2. viven en La Ciudad que Nunca Duerme (o, como dice el Pedalista, “La Ciudad que Nunca deja Dormir”). Así que en estas visitas a la península van, valga la redundancia, de visita. Sí, como los Plómez. Y las bocas se abren, y preguntan, y ohh ahh, y hete aquí que las amebas inofensivas se tornan paramecios repelentes, los Antoñitos.

En estos días de antoñitismo salvaje, un único objetivo: que ninguno de los amables “ohh ahh” lea este blog o descubrirán nuestra impostura.

La dura vida de la blogera de éxito.

El árbol de los amigos





Incorrectamente atribuído al escritor argentino Jose Luis Borges,  "El árbol de los amigos" es un bonito escrito de autor anónimo. Constituye una acertada metáfora sobre la vida y la amistad. Es fácil identificarse con ella:


Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices
por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar,
mas otras apenas vemos entre un paso y otro.


A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.
El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá,
que nos muestra lo que es la vida.


Después vienen los amigos hermanos,
con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.
Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.


Mas el destino nos presenta a otros amigos,
los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.


A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón.
Son sinceros, son verdaderos.
Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz.


Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón
y entonces es llamado un amigo enamorado.
Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.


Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo,
tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas.
Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro,
durante el tiempo que estamos cerca.


Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes,
aquellos que están en la punta de las ramas
y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.


El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones.
Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca,
alimentando nuestra raíz con alegría.
Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.


Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad.
Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única.
Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.


Habrá los que se llevarán mucho,
pero no habrán de los que no nos dejarán nada.
Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida
y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.

22 diciembre 2009

Blogoterapia

Desde que blogueo:
 
 - Pico menos entre horas.

 - Tengo la mente más despierta (imaginaos lo que era antes).

 - Las noches son más cortas.

- Tengo miedo al Basajaun (que es como el yeti pero en versión euscalduna). *

- Veo menos televisión, que ya se sabe que Oficio quita vicio.

- Me "deshoro" fácilmente.

- Me ahorro una pasta en terapia.

- Tengo mejor comunicación conmigo misma, con mis pensamientos, con mi, me, conmigo.

- Estoy aprendiendo a "programar" a base de copy paste.

- Puedo escribir hasta en los muebles de la casa.

- Los gadgets han dejado de ser desconocidos para mí.

- Me acuesto más tarde.

- Tengo más divagues con Di.

- Leo menos (todo no van a ser ventajas, no).

- He aprendido a amenazar. Sí, sí, como suena. Está mal ya lo sé pero no puedo evitarlo. Y lo que es peor me encanta, disfruto de lo lindo. Suena repugnante, pero es así. Y es que, desde que blogueo, cada vez que mi consuerte me "hace alguna", le digo: "Esto te lo voy a publicar" o "Mira que lo cuento en mi web, ¿ein?". Y por ahora... FUNCIONA!! Como aparece poco por el blog (o eso dice, no os fiéis) no creo que se dé cuenta de la posibilidad de réplica a través de los comentarios. Así que a la chita callando, hay quien se va aprovechando.


*foto del restaurante Basajaun de Vitoria



21 diciembre 2009

Yes, you can!

Desde este mismo momento puedes valorar todas y cada una de nuestros divagues con estrellas (no podía ser de otra forma).

Podemos ser estrellas del divague o... estrellarnos en él.

¡Tú decides!

¡Joer con las putas de lujo!

Tengo unos amigos muy viajados. Y constatan que es distinto hacerlo solo, con amigo del mismo género, o del otro. Yo lo he vivido en mi piel: viajar por el sur de Italia con mi hermana fue algo así como ser mini-famosas con la población masculina. A ver, son italianos del sur, y aunque fueran en el coche con un par de chicas, los tíos tenían q pitar y "signorina" y oh-sole-mio. En Marruecos fue ya el cachondeo padre. Paseábamos con mi amiga por la famosa Plaza de Jemaa el Fna al atardecer: nos dábamos la vuelta, y llevábamos una mini procesión detrás. Daban ganas de decir. "uuuuuuu" para espantarlos.



El caso es que el otro día tomábamos unos potes con estos amigos, que tuvieron a bien desplazarse a la Ciudad del Viento, donde hay tanta marcha. Y las anécdotas sobre sus encontronazos con el mundo de la prostitución cuando viajan uni-sex (las múltiples ofertas que tienen, como tíos, en hoteles, bares, terrazas, playas, iglesias si me apuras) me hicieron reencontrarme con una realidad que me horroriza. Nosotros estamos aquí, tan contentos, y millones de personas (según dicen los estudios, el 80% mujeres) son explotadas a diario. Por supuesto sus ejemplos eran sobre países llamados del 3er mundo, pero evidentemente, también se da a la vuelta de la esquina. Y en concreto, por mi trabajo, de vez en cuando me topo con alguna. Os cuelgo una foto verbal? Os pinto un óleo en dos líneas? Mujeres desesperadas, pero no como las del serial: madres solteras, algunas, físicamente enganchadas a los opiáceos, otras, pegadas primero por su padrastro, luego por su noviete, más tarde por su chulo, las de más allá. Una abrumadora mayoría sufren de enfermedad mental: depresión, trastornos psicosomáticos y ansiedad son muy frecuentes. Víctimas de abuso sexual, del desarraigo, con autoestima no-existente, casi-analfabetas. En resumen: un producto más de una sociedad que devora y excreta, de la demanda y la oferta.

Me hace gracia que cuando sale este tema, siempre hay alguien que sale con "muchas lo hacen porque quieren" y "lo que cobran las de lujo, aquellas que vi en aquel reportaje". Y entonces yo cito todos los estudios que hay ahí afuera sobre las causas de la protitución, en las que estas famosas putas de lujo son una minoría y no, lo que interesa, lo que creo que exalta la fantasía de muchos tíos es que hay unas mujeres ahí afuera, unos pibones increíbles que pasan todo el día limándose las uñas y una vez a la semana viene un jet privado a buscarlas para que echen un polvo al jeque de turno, en su infinity pool.

Como cuento de hadas, igual a algunos les sirve. Lo que pasa es que esto está en el mismo lugar que Blancanieves, o el Niño Jesús que nace en estos días: sólo en sus cabezas.

Adolfo Llador

"Adolfo Llador" es un self made man. Empezó siendo camionero y en la actualidad tiene una empresa muy importante, mujer y polluelos. Es de complexión fuerte y bastante alto. Tiene unas manos enormes y es fácil imaginártelo al volante de un camión. Sus andares son exagerados y siempre que lo veo lleva traje, que intuyo será caro. No está acostumbrado a ir con esa indumentaria y se le nota. Va como forzado, tirante. Su físico es normal, a mi no me gusta nada, pero sería injusta si dijese que es feo. No lo es. Es de los que al pasar deja una estela de perfume. No es que huela mal, es que es exagerado. Todo en él es excesivo. Por ejemplo su coche. Es impresionante, negro por fuera y crema por negro. No entiendo de coches pero, es una pasada. No he visto nunca tantos extras. Lleva hasta asientos traseros que masajean al pasajero. ¡Lo juro!

"Adolfo Llador" tiene un mentee joven que ha modelado a su imagen y semejanza. Yo creo que es de mejor pasta que él, pero admira a su exitoso mentor y ha resultado ser un excelente compañero para todo. Van siempre juntos y se llevan bastante bien. Son muy cómplices. Por ejemplo, podemos estar en la calle hablando los tres y de golpe cortan la conversación y comienzan a comentar lo buenorra que esta la piba que acaba de pasar o el polvo que tiene. Una cosa es que se la miren (que el estar a dieta no impide ver el menú), otra cosa es que no se corten y se la coman con los ojos. Les da igual con quien estén, las miradas, las frases y, sobre todo, los gestos suelen ser un tanto explícitos, demasiado.

No es que coincida con ellos muchas veces, pero lo hacemos de vez en cuando y por lo general fuera de casa. Siempre por el mismo motivo: trabajo. Solemos cenar juntos con varios colegas de trabajo comunes, generalmente en el hotel porque estamos cansados. Son momentos de risas, de disfrutar, de dar coba a algún cliente... lo normal. Son cosas que se hacen, por cortesía, por educación, por la relación. A veces una estaría mejor en su casa, pero es lo que hay y lo haces. Aguantas el tipo y a veces al tipo.


De su época de conductor, "Adolfo Llador" guarda una preocupación por el estado y limpieza de los bajos. De hecho tiene almacenados en el GPS de su coche todos los talleres del amor que se dedican a hacer revisiones y puestas a punto. A veces, si el hotel se encuentra alejado de un taller de guardia, mentor y mentee, que son chicos muy prolijos, encargan la limpieza y puesta a punto de sus motores a domicilio. Así es usual que abandonen una cena de sopetón y se vayan corriendo a la habitación antes de los postres y dejen a los comensales alucinados. Sin dar explicaciones.


Por si acaso, al día siguiente no le doy ni la mano.


20 diciembre 2009

C´est la vie o HH # 2

Segunda entrega de esta fascinante serie de Horror Hits. En este caso se trata del Jardin Prohibido de Sandro Giacobbe. Si quieres ir cantando puedes darle al play más abajo. Vamos allá, sin piedad, destripando:



Esta tarde vengo triste y tengo que decirte,
que tu mejor amiga ha estado entre mis brazos.
sus ojos me llamaban pidiendo mis caricias,
su cuerpo me rogaba que le diera vida.

Confesión en toda regla. Culpa post coitum. ¡Aún le tiemblan las piernas! Mi ex mejor amiga una guarra. Y tú sin culpa ninguna porque claro, era ella que llamaba, ella rogaba y tú, pobrecito, te dejabas querer. Han sido las circunstancias. Ya te vale. Dar vida, dice… ja!!! Si tú sólo sabes dar pena.



Comí del fruto prohibido,
dejando el vestido colgado
de nuestra inconsciencia.
mi cuerpo fue gozo durante un minuto,
mi mente lloraba tu ausencia.
No lo volveré a hacer más, no lo volveré a hacer más.

Joder, aquí cuelga la ropa y en casa lo deja todo tirado. ¡¡¡Un minuto dice!!!! Esto si que es bueno. Si apenas duras un suspirillo… ja, ja, ja. Por lo menos no va de guay y se tira el rollo de que la pasión duró horas… Mentira. Si te hubieras acordado de mi no hubieras comido del “fruto prohibido”. Mentiras, mentiras y más mentiras. Si se vuelven a dar las “circunstancias”, caerás de nuevo.



Pues mi alma volaba a tu lado y mis ojos
decían cansados que eras tú, que eres tú,
que siempre esa eras tú.

Encima mientras te beneficiabas a la otra te acordabas de mí. ¡Que tierno! Hay que reconocer que el tío tiene un "par" para decir eso. Vamos, como para hacerle un monumento.



Lo siento mucho, la vida es así.
no la he inventado yo.

La mejor frase de la canción, sin duda. Está claro. La culpa siempre es huérfana. En este caso, la culpa es de la vida y “yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así”.



Si el placer me ha mirado a los ojos
y cogido por mano yo me he dejado llevar por mi cuerpo,
y me he comportado como un ser humano.

Todo el mundo sabe donde se concentran los sentimientos de un hombre cuando el placer les mira a los ojos. Está claro que aquí confunde cuerpo con miembro. Habrá que ver como se comporta en otras ocasiones: ¿Cómo…un animal quizá?



Lo siento mucho, la vida es así,
no la he inventado yo.

Aquí entra en un bucle, en un sinfín,  porque ya no sabe qué decir. Se le acaban los argumentos. Y repite, y repite para ver si nos convence. Se ha aprendido la excusa de memoria. A base de repetirla no se hace más creíble, que lo sepas...



Sus besos no me permitieron repetir tu nombre,
y el suyo sí, por eso cuando la abrazaba me acordé de tí.

¡Ahora sí me ha quedado claro! Todo lógica el tío.



Comí del fruto prohibido…




(En su defensa diré que la traducción española no refleja fielmente el contenido de la canción original "il giardino proibito" de Sandro Giacobbe aunque la base es la misma).

19 diciembre 2009

Enamorarse

En este tema, como en algún otro, cada uno cuenta la feria según le va. Unos se enamoraron al verse por primera vez. Otros estaban cansados de verse pero no se enamoraron hasta un día concreto. Los hay que se enamoran de todo. En cambio otros son incapaces de enamorarse pues sólo saben quererse a sí mismos. También hay algunos que no se quieren nada, y así, es imposible que los quieran.

Yo, por lo general, no soy enamoradiza. Aunque he tenido mis "momentos". También es verdad que es difícil enamorarse por estos dominios. Así que no es ningún mérito ser fiel. Simplemente no existe la tentación.

En la adolescencia, en la juventud, es más fácil que cupido haga de las suyas. Sin embargo, cuando uno busca enamorarse en esta etapa de la vida, ¿qué debe hacer?

El sentimiento general que he podido contrastar es que está la cosa muy mal a estas alturas. Hay quien dice que si lo buscas no aparece. Los menos se encomiendan a San Antonio. Otras personas lo buscan en todas partes, sin éxito. A medida que nos hacemos viej@s, nos volvemos más excentric@s, más exigentes y por ende, más difícil es encontrar un complemento que sume y no que reste. Y es que l@s hay muy rar@s...

En este tema, también las mujeres tenemos desventaja. Y es que por lo general un hombre, a medida que aumenta de edad, aumenta sus posibilidades de elección. En cambio, una mujer, cuánto más mayor es, menos posibilidades tiene de encontrar su media naranja, más difícil lo tiene.

El aspecto físico es sin duda nuestra carta de presentación. Es lo primero que los demás perciben de nosotros. Si hay repulsión en esa primera entrada, será difícil llegar a algo más. No hace falta ser un metrosexual. Eso puede ser incluso un punto negativo. Es indispensable observar unas mínimas costumbres higiénicas y mirarse al espejo antes de salir de casa. A partir de ahí todo lo demás va incrementando puntos: su forma de moverse, sus gestos, su manera de hablar.

También pienso que hay que conocerse. Lo de enamorarse a primera vista puede traer consigo algún susto. La convivencia es lo que tiene. Desmitifica bastante.

La admiración, en mi caso es un punto a favor. Me cuesta menos enamorarme de alguien que admiro. Puedes encandilarte de alguien por muchas cosas: imaginación, madurez, tocar bien la guitarra, experiencia, saber cantar, saber escuchar…

Un nivel cultural parecido ayuda bastante. Lo mismo que una educación similar. Tener aficiones comunes puede ser algo bueno aunque, tenerlas totalmente diferentes puede resultar enriquecedor.

En mi caso hay además un elemento multiplicador de dopaminas, feniletilaminas y demás: la sonrisa.

La sonrisa habla todos los idiomas y vale por mil palabras. Es cierto que hay muchos tipos de sonrisa: seductora, tímida, vergonzosa, de complicidad.... Para mí, una sonrisa debe de iluminar la cara en su totalidad. Debe de ser franca, abierta, espontánea, relajada. No puede estar contenida. No puede ser forzada. Debe ir compinchada con los ojos. Tiene que darte las respuestas y quitarte el miedo.



Hoy hace nueve años que nos dejó un neoyorkino de Graná. Se estrujaba el corazón con cada canción y al final le pasó factura.

Y es que Carlos Cano hacía la copla sencilla, desfolclorizada y con mucho sentimiento. Una voz inconfundible, un emigrante, uno de los pocos juglares que me han gustado y el culpable de que yo me aficionara a la copla.

Y esa sonrisa, como para… enamorarse!






18 diciembre 2009

You make me sing


¿Te pueden decir alguna vez algo más bonito que eso? 

Me haces cantar. Suena mejor en inglés: You make me sing.

Haces que quiera cantar. Me haces ser feliz, me pongo tan content@ que canto. Eres cada palabra, cada línea, todo.

Yo sé cómo me siento cuando canto y más si me gusta la canción. Por eso, me gusta pensar que alguien pueda sentir tanto por una persona que tenga ganas de cantar y lanzarlo a los cuatro puntos cardinales.

Pertenece a una canción de Michael Buble que se llama "Everything" y que me gusta. 

Ya voy Migue (yo le llamo así), ya voy...






You're a falling star, you're the get away car.
You're the line in the sand when I go too far.
You're the swimming pool, on an August day.
And you're the perfect thing to say.
And you play it coy, but it's kinda cute.
Ah, when you smile at me you know exactly what you do.
Baby don't pretend, that you don't know it's true.
Cause you can see it when I look at you.


[Chorus:]
And in this crazy life, and through these crazy time.
It's you, it's you, you make me sing.
You're every line, you're every word, you're everything.


You're a carousel, you're a wishing well,
And you light me up, when you ring my bell.
You're a mystery, you're from outer space,
You're every minute of my everyday.


And I can't believe, uh that I'm your man,
And I get to kiss you baby just because I can.
Whatever comes our way, ah we'll see it through,
And you know that's what our love can do.


[Chorus:]
And in this crazy life, and through these crazy times
It's you, it's you, you make me sing
You're every line, you're every word, you're everything.


So, la, la, la, la, la, la, la
So, la, la, la, la, la, la, la


[Chorus:]
And in this crazy life, and through these crazy times
It's you, it's you, you make me sing.
You're every line, you're every word, you're everything.
You're every song, and I sing along.
'Cause you're my everything.


Yeah, yeah
So, la, la, la, la, la, la, la
So, la, la, la, la, la, la, la

17 diciembre 2009

Ni aun atada a doce caballos salvajes me arrastrariais a un concierto de Mariah Carey

Escribo con gabardina y gafas oscuras: la actividad que estoy realizando es altamente ilegal. En el trabajo, y blogeando, oh dear. En mi defensa, la de todos los adictos: es que tengo "cold turkey", o abstinencia. Por ello tal vez algunos de vosotros (los mas repollos y no doy nombres) me logreis algun dia perdonar que no ponga tildes... en este ordenador es complicado. Se puede, si, pero es doloroso.

Y es que queria seguir con un post musical de Diva. Hay musica que induce a la euforia, hay musica que esta demostrado deprime momentaneamente. Se utiliza incluso en estudios psiquiatricos: se pone por ejemplo el requiem de Faure a revoluciones mas lentas de lo normal y al pobre sujeto del estudio le da un bajon. Para que sirve esto? os preguntareis. Bueno, daria para otro post, pero por ejemplo para analizar sus cogniciones (lo que piensa) en esos momentos. Sentir-Pensar-Hacer-Sintomas somaticos, etc etc.




Pero divago. Cuando una es adolescente y el tipo que te gusta no se digna a depositar una sola mirada en ti, se va una a su casa y se pone el equivalente quinceaniero de Faure. Y se regodea en su terrible miseria, el mundo se acaba. No hay solucion. Luego una lee, todavia en esos anios, "La casa de los espiritus" donde "Clara no tenia paciencia para la tristeza". Una se aprende la frase, le da un par de vueltas y se da cuenta de lo sabia que es. Y se cambia el teen-faure for otras cosas.

Hay muchas canciones que yo considero euforizantes, y que pocas veces han fallado en subirme la moral. La que seguro teneis en mente todos es la famosa "I'll be there for you" de los Rembrandts (la banda sonora de una serie televisiva llamada "Friends", para los mas duros de oido). Otra que me convierte en el monstruo peludo ese de la risa es "Don't stop me now" de Queen. ("Cause I'm having a good time, having a good time"). De esto puede dar fe mi compa de expresion corporal Ibaia, y lo que paso en la fiesta de hace un par de semanas cuando Freddie aparecio por ahi.

Pero si hay una que creo que se lleva la palma (estoy dispuesta a leer disidencias) es, para mi, "Waterloo" de ABBA. La mayor parte de las canciones empiezan con un ritmo mas o menos pausado, y van subiendo. Waterloo es una inyeccion de adrenalina desde el primer acorde. Me encanta la letra ("I was defeated, you won the war"), es como la de los Rembrandts, una cancion sobre un tema en principio negativo que logra reirse de si misma ("So no one told you life was gonna be this way/You've burned your breakfast so far... things are goin' great").

Y por fin llego al titulo... no me gustan los melodicos en general: ni doce caballos salvajes me arrastrarian a esos conciertos. Por supuesto, hay excepciones, pero prefiero sacar al monstruo peludo que hay en mi.






16 diciembre 2009

Estoy missing y missing you

Se supone que lo tenía que haber entregado ayer. Y aquí estoy, peleándome con este capítulo que indefectiblemente he de enviar hoy. Por eso he estado missing, con mil comentarios que hacer a cada una de las entradas de Diva, y con mil ideas para enviar posts. He estado missing y missing you.

Hoy uno breve, para contaros que me he reído tanto que aún sigo con ese cosquilleo que te deja en el centro del tórax. Es de lo mejor del mundo, reírse. A saber: tengo un problema con la moqueta del salón (antes de que oigamos los gritos desde diversas partes del Google Earth aclarar que tener moqueta no fue mi decisión, sino la de la vecina de abajo-algún día os contaré a quien tengo por vecina y algo sobre sus desórdenes), así que he llamado a la compañía que la instaló (tampoco hoy os puedo hablar del ex convicto que la puso-da para un post la mar de lo que DivaDi llaman con cierta sorna “antropológico”). Contestador, opción 4, y la amable señora aconseja dejar un mensaje con tu “número de factura” (comorrr? fue en Febrero!) tras la señal y prometiendo llamar en 24 horas.

Y suena el piiii. Admito que lo de la factura me descoloca un poco, pero en la décima de segundo que sigue al piii me doy cuenta que no pasa nada: yo dejo mi mensaje y ellos me llaman y en el interim El Pedalista, que tiene todas las facturas, invoices, recibos, posavasos y hojas secas en unos sobre blancos lo habrá encontrado y presentado ante mi. Me visualizo con la factura en la mano al día siguiente, pero pese a esta Verdad, empiezo balbuceando: “estoooo, errrr, miren, me llamo Di… Vagando, sí, Di Vagando, y tengo un problema con la moqueta que me instalaron en Febrero del año pasado… no, quiero decir, de este año, que aún no ha terminado, Febrero del 2009. Por favor, agradecería que me llamaran, y mi número es 020 8792… errr, no un momento, 020 897… esperen, disculpen” (entretanto pienso, cuánto puedo alargar esto, seguro que este contestador tiene que tener un límite, por no hablar de la paciencia de la persona que coja el mensaje con un humor de 8 am) y sigo… “perdonen, es que no me sé mi teléfono… es terrible, no?.... emmmm… les llamo de vuelta”.

Es patético. Lo sé. No me sé mi propio teléfono. A ver, a veces, generalmente, las más de las veces me lo sé. Pero hay ocasiones en las que lo mezclo con uno del trabajo, y acabo como hoy. En mi defensa diré que es un número sin pies ni cabeza, no hay nemotecnia que lo fije en la neurona que me queda.

Pero encuentro mi teléfono. Lo tengo en mi agenda de Outlook, sección “V”. Vagando, Di. Me trato como al resto de mis contactos, sí, en algún sitio me tenía que poner.

Llamo, y de nuevo la señora, pulse 4, y luego deje el número de factura y su mensaje. Todo controlado, tengo el Outlook abierto, el teléfono delante de mis narices. Y empiezo: “Buenas tardes, acabo de llamar, que no me acordaba de mi telé…” No puedo seguir, porque una carcajada gigante se apodera de mí. Me intento recomponer. “Disculpen, decía que acabo de llamar porque ahora tengo el…”. Ahora estoy directamente poseída por un ser peludo que me hace reírme compulsivamente. “Me llamo Diiiiiiiiiii”. Y más risas. ¿Seguirán ahí? “…Vagan….do”. Me muero. “Y he llamado por mi moqueta que….” Estoy llorando, no puedo más. Cada vez que me aproximo mínimamente a la palabra “teléfono” (y me está pasando mientras escribo), me ahogo de la risa. Acabo cantando los números con esa voz que no sabes si la persona ríe o llora, pero decido que debo dejarlo de todas maneras. Si me llaman, daré un gran voto de confianza a esta compañía.

El Pedalista opina que creerán que estoy post-cena de navidad desde una cabina. No da un duro por ellos. Pero al fin y al cabo, es la época para estar “merry”.

MERRY CHRISTMAS!!!!



… y vuelvo al capítulo!!!